En la voz del Palacio

La historia del Palacio Zambrana-Herrán va íntimamente ligada a las del Valle Salado y la villa de Salinas de Añana. Historias paralelas de auge, esplendor, decadencia y resurrección que te invitamos a conocer, puestas en la voz del palacio, mientras recorres sus estancias.

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En la voz del Palacio

La historia del Palacio Zambrana-Herrán va íntimamente ligada a las del Valle Salado y la villa de Salinas de Añana. Historias paralelas de auge, esplendor, decadencia y resurrección que te invitamos a conocer, puestas en la voz del palacio, mientras recorres sus estancias.

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La historia del Palacio Zambrana-Herrán va íntimamente ligada a las del Valle Salado y la villa de Salinas de Añana. Historias paralelas de auge, esplendor, decadencia y resurrección que te invitamos a conocer, puestas en la voz del palacio, mientras recorres sus estancias.

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En la voz del Palacio

La historia del Palacio Zambrana-Herrán va íntimamente ligada a las del Valle Salado y la villa de Salinas de Añana. Historias paralelas de auge, esplendor, decadencia y resurrección que te invitamos a conocer, puestas en la voz del palacio, mientras recorres sus estancias.

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1695. El palacio de Zambrana-Herrán

1695. Un noble con palacio

Personajes históricos

Pedro de Zambrana e Incinillas (1638-1704) – Pertenecía a la familia Zambrana, un antiguo linaje de Salinas de Añana. Diego de Zambrana y Guinea fundó a mediados del siglo XVII el primer mayorazgo del apellido, constituido por la casa de la calle Carrera junto a la que se construyó el palacio. Su hijo, José de Zambrana y Ruiz de Teza, heredó el mayorazgo. Era familiar del Santo Oficio de la Inquisición y compró a Felipe IV el oficio de Alguacil Mayor de las Salinas de Añana, que heredarían y ejercerían sus descendientes. Su hijo Pedro de Zambrana heredó el mayorazgo y los cargos. Les agregó el puesto de Administrador de las Salinas de la Villa y construyó el palacio.

1728. En lo más alto de la villa

Personajes históricos

José de Zambrana y Beltrán de Salazar (1638-1704) – Inició joven su la carrera militar y en 1688 era capitán de Caballos Corazas con destino en Cataluña. Ese mismo año consiguió ser nombrado Caballero de la Orden de Santiago. En 1691 recibió el nombramiento de secretario del Gobernador y Virrey de Milán, Diego Felipe Messia de Guzmán. En 1695 se casó con Isabel de Zumalo y Scoti. En 1698 regresó a Madrid y fue nombrado secretario de la Artillería de España. Residió en Madrid hasta 1703, cuando estalló la Guerra de Sucesión. Hasta ese año había recibido también los cargos de Tesorero del Consejo de Aragón y secretario del Consejo de Guerra, con título de consejero de Su Majestad hasta su fallecimiento. En la guerra se unió al bando del Archiduque de Austria. Aunque le confiscados sus bienes, se libró de la cárcel. Después de varios años de reclamaciones y pleitos, consiguió recuperar lo perdido y hacia 1728 se retiró a vivir a Salinas de Añana, donde terminó de construir el palacio iniciado por su padre.

Isabel de Zumalo y Scoti – Era hija del maestre de Campo Juan Antonio de Zumalo y de Hipólita Isabel Scoti, nacida en Flandes. Ambos vivían en la ciudad de Lodi, en el ducado de Milán. Se casó con José de Zambrana en 1695. Ella aportó al matrimonio un total de unos 160.000 reales. Vivió en el palacio de Zambrana junto a su marido y al único hijo de ambos, Vicente de Zambrana y Zumalo. Falleció en Salinas de Añana en 1743.

Vicente de Zambrana y Zumalo (1700-1780) – Hijo de José de Zambrana y Beltrán de Salazar y de Isabel de Zumalo y Scoti. Fue su único hijo. Vivió en Salinas de Añana y se casó con María Adriana Duque de Estrada y Olave, que pertenecía a una importante familia de Santo Domingo de la Calzada. Heredó el mayorazgo y el nuevo palacio, así como las propiedades añadidas por su padre y por su abuelo.

1735. El refresco

Personajes históricos

Isabel de Zumalo y Scoti – Era hija del maestre de Campo Juan Antonio de Zumalo y de Hipólita Isabel Scoti, nacida en Flandes. Ambos vivían en la ciudad de Lodi, en el ducado de Milán. Se casó con José de Zambrana en 1695. Ella aportó al matrimonio un total de unos 160.000 reales. Vivió en el palacio de Zambrana junto a su marido y al único hijo de ambos, Vicente de Zambrana y Zumalo. Falleció en Salinas de Añana en 1743.

María Adriana Duque de Estrada y Olave – Pertenecía a una importante familia de Santo Domingo de la Calzada. Se casó en 1730 con Vicente Zambrana y Zumalo, único hijo de Isabel Zumalo y Scoti.

1820. El regreso

Personajes históricos

Isabel de Zumalo y Scoti – Era hija del maestre de Campo Juan Antonio de Zumalo y de Hipólita Isabel Scoti, nacida en Flandes. Ambos vivían en la ciudad de Lodi, en el ducado de Milán. Se casó con José de Zambrana en 1695. Ella aportó al matrimonio un total de unos 160.000 reales. Vivió en el palacio de Zambrana junto a su marido y al único hijo de ambos, Vicente de Zambrana y Zumalo. Falleció en Salinas de Añana en 1743.

María Adriana Duque de Estrada y Olave – Pertenecía a una importante familia de Santo Domingo de la Calzada. Se casó en 1730 con Vicente Zambrana y Zumalo, único hijo de Isabel Zumalo y Scoti.

José Antonio de Herrán (1745-1825) – Cuando tenía 10 años, murió su padre y heredó todo su patrimonio. En 1764 se casó con Mº Concepción Hurtado de Corcuera y Herrán. Como era prima segunda suya, tuvieron que pedir la dispensa papal a Roma. Fue representante de Orduña en las Juntas Generales de Vizcaya en numerosas ocasiones y fue síndico procurador general del Ayuntamiento de Orduña en 1768. Falleció en Orduña en 1825. Tuvo 11 hijos, entre los que estaban: Gregorio Urbano Herrán y Corcuera, Juana de Herrán y Corcuera, y Castora de Herrán Corcuera.

Concepción Hurtado de Corcuera y Herrán (1740-1821) – Esposa de José Antonio de Herrán y madre de Gregorio Urbano.

Gregorio Urbano Herrán (1767-1855) – Hijo de José Antonio de Herrán y de Concepción Hurtado de Corcuera y Herrán. Desempeñó cargos públicos y fue comisionado en varias ocasiones para defender los intereses de Salinas de Añana y de Álava. Fue Síndico Procurador General de Ayuntamiento de Salinas en 1799 y en años sucesivos representó a la Hermandad de Añana en las Juntas Provinciales. Fue miembro de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País y tuvo una modesta afición literaria que le llevó a escribir una obrita de teatro que representaron sus hijos pequeños ante las Juntas Generales, cuando estas se reunieron en Salinas de Añana en 1805. En 1807 fue elegido alcalde de Salinas. A la muerte de su padre en 1825 se trasladó a vivir a Orduña donde el ambiente cultural era más estimulante. Sin embargo, los años siguientes fueron muy inestables. Las guerras carlistas golpearon la zona de Orduña y Gregorio Urbano, un significado liberal, tuvo que huir con su familia y ver cómo los carlistas le requisaban sus propiedades. Falleció en Orduña con 88 años en 1855.

Manuel Gaspar de Herrán y Hurtado de Corcuera (1770-1830) – Hermano de Gregorio Urbano. Se ordenó sacerdote y se graduó bachiller. Tuvo diversos cargos administrativos en la iglesia en el área de Orduña. En 1825 cuando su padre fallece era ya presidente del cabildo de parroquias de Orduña. Falleció en Orduña en 1830.

Domingo de Zambrana y Duque de Estrada (1740-1825) – Hijo de Vicente de Zambrana y Zumalo, nieto por tanto de D. José de Zambrana Beltrán de Salazar. Padre de María Matea de Zambrana y Morquecho.

María Matea de Zambrana y Morquecho (fallecida en 1847) – Hija de Domingo de Zambrana y Ubalda de Morquecho y Payueta. Última descendiente del linaje de Zambrana, su boda con Gregorio Urbano de Herrán y Hurtado de Corcuera en 1792 unió los dos linajes y los asoció al palacio de Zambrana. Tuvieron 11 hijos, de los cuales 6 fallecieron antes de los 17 años. Sobrevivieron a esa edad: Gabriel de Herrán y Zambrana, Eustasio de Herrán y Zambrana, Casimira Josefa de Herrán y Zambrana (ingresó monja en el convento de las Comendadoras de San Juan de Acre, de Salinas de Añana), Petra de Herrán y Zambrana, Adrián de Herrán y Zambrana.

Eustasio de Herrán y Zambrana (1796-1855) – Hijo de María Matea de Zambrana y Gregorio Urbano Herrán. Siguió la carrera militar, ingresando como cadete en 1812, con 16 años. Combatió en la guerra de la Independencia, participando en diferentes acciones de guerra con el Regimiento de Infantería ligera 1º de Vizcaya, por el País Vasco entre 1812 y 1815. Finalizada la invasión francesa se le otorgó el grado de subteniente. En 1820 se le concedió licencia de cuatro meses con medio sueldo para ir a Salinas de Añana. En esta primera guerra consiguió la Cruz de Honor de la batalla de San Marcial, la Cruz del Ejército de Operaciones y la Cruz de san Hermenegildo. Participó en la defensa contra los “cien mil hijos de San Luis” en 1823. Salió indemne del expediente de depuración ordenado por Fernando VII y disfrutó de licencia hasta el levantamiento carlista de 1833. Intervino en el sitio de Guernica y en la defensa de Bilbao. También fue destinado a Cataluña donde participó en otras tantas acciones contra los carlistas. Llegó al grado de capitán en 1837. Combatió en el frente castellano y también en Cuenca, Valencia y Castellón. En agosto de 1838 fue herido por una bala de fusil en una pierna. Tras la convalecencia se reincorporó a su puesto y participó en acciones sucesivas, siéndole concedida la Cruz de San Fernando de Clase 1ª en 1839. En 1840 recibió el grado de Mayor. En 1844 fue ascendido a coronel y fue nombrado caballero de la orden de San Hermenegildo. Se retiró en 1846, con 50 años y vivió retirado alternando sus estancias entre Orduña y Salinas de Añana. Falleció en Orduña en 1855.

Petra de Herrán y Zambrana (1801-1855) – Hija de María Matea de Zambrana y Gregorio Urbano Herrán. Se casó con su primo carnal José Ramón de Sandoval y Herrán en 1820. Vivieron en Cerezo del río Tirón. Acogieron sus padres cuando salieron de Orduña perseguidos por los carlistas.

Personajes ficticios

Castora, criada. Joven de Salinas de Añana que entró con 15 años a servir en la casa de Zambrana. Sus tareas son las de la limpieza, ayuda de la cocinera y servir las comidas a los señores.

Paula, criada. Paula también es de Salinas y acaba de entrar a trabajar en la casa con 17 años. Limpia, ayuda en la cocina y sirve la mesa.

Jeremías, criado. Mozo de Salinas. Tiene 22 años y sus tareas son los recados, los arreglos de la casa, el cuidado de las caballerías y es el cochero cuando es necesario.

1820. Se van a chupar los dedos

Personajes históricos

Eustasio de Herrán y Zambrana (1796-1855) – Hijo de María Matea de Zambrana y Gregorio Urbano Herrán. Siguió la carrera militar, ingresando como cadete en 1812, con 16 años. Combatió en la guerra de la Independencia, participando en diferentes acciones de guerra con el Regimiento de Infantería ligera 1º de Vizcaya, por el País Vasco entre 1812 y 1815. Finalizada la invasión francesa se le otorgó el grado de subteniente. En 1820 se le concedió licencia de cuatro meses con medio sueldo para ir a Salinas de Añana. En esta primera guerra consiguió la Cruz de Honor de la batalla de San Marcial, la Cruz del Ejército de Operaciones y la Cruz de san Hermenegildo. Participó en la defensa contra los “cien mil hijos de San Luis” en 1823. Salió indemne del expediente de depuración ordenado por Fernando VII y disfrutó de licencia hasta el levantamiento carlista de 1833. Intervino en el sitio de Guernica y en la defensa de Bilbao. También fue destinado a Cataluña donde participó en otras tantas acciones contra los carlistas. Llegó al grado de capitán en 1837. Combatió en el frente castellano y también en Cuenca, Valencia y Castellón. En agosto de 1838 fue herido por una bala de fusil en una pierna. Tras la convalecencia se reincorporó a su puesto y participó en acciones sucesivas, siéndole concedida la Cruz de San Fernando de Clase 1ª en 1839. En 1840 recibió el grado de Mayor. En 1844 fue ascendido a coronel y fue nombrado caballero de la orden de San Hermenegildo. Se retiró en 1846, con 50 años y vivió retirado alternando sus estancias entre Orduña y Salinas de Añana. Falleció en Orduña en 1855.

Domingo de Zambrana y Duque de Estrada (1740-1825) – Hijo de Vicente de Zambrana y Zumalo, nieto por tanto de D. José de Zambrana Beltrán de Salazar. Padre de María Matea de Zambrana y Morquecho.

Personajes ficticios

Luisa, cocinera. Mujer de unos 40 años que llegó a la casa con 25 después de haber aprendido a cocinar en una casa de Orduña.

Benedicto, criado. Cochero, portero, recadero y marido de la cocinera Luisa.

1820. El día del banquete

Personajes históricos

Eustasio de Herrán y Zambrana (1796-1855) – Hijo de María Matea de Zambrana y Gregorio Urbano Herrán. Siguió la carrera militar, ingresando como cadete en 1812, con 16 años. Combatió en la guerra de la Independencia, participando en diferentes acciones de guerra con el Regimiento de Infantería ligera 1º de Vizcaya, por el País Vasco entre 1812 y 1815. Finalizada la invasión francesa se le otorgó el grado de subteniente. En 1820 se le concedió licencia de cuatro meses con medio sueldo para ir a Salinas de Añana. En esta primera guerra consiguió la Cruz de Honor de la batalla de San Marcial, la Cruz del Ejército de Operaciones y la Cruz de san Hermenegildo. Participó en la defensa contra los “cien mil hijos de San Luis” en 1823. Salió indemne del expediente de depuración ordenado por Fernando VII y disfrutó de licencia hasta el levantamiento carlista de 1833. Intervino en el sitio de Guernica y en la defensa de Bilbao. También fue destinado a Cataluña donde participó en otras tantas acciones contra los carlistas. Llegó al grado de capitán en 1837. Combatió en el frente castellano y también en Cuenca, Valencia y Castellón. En agosto de 1838 fue herido por una bala de fusil en una pierna. Tras la convalecencia se reincorporó a su puesto y participó en acciones sucesivas, siéndole concedida la Cruz de San Fernando de Clase 1ª en 1839. En 1840 recibió el grado de Mayor. En 1844 fue ascendido a coronel y fue nombrado caballero de la orden de San Hermenegildo. Se retiró en 1846, con 50 años y vivió retirado alternando sus estancias entre Orduña y Salinas de Añana. Falleció en Orduña en 1855.

Personajes ficticios

Luisa, cocinera. Mujer de unos 40 años que llegó a la casa con 25 después de haber aprendido a cocinar en una casa de Orduña.

Benedicto, criado. Cochero, portero, recadero y marido de la cocinera Luisa.

Jeremías, criado. Mozo de Salinas. Tiene 22 años y sus tareas son los recados, los arreglos de la casa, el cuidado de las caballerías y es el cochero cuando es necesario.

Petra, criada. Joven de Salinas de Añana que entró con 15 años a servir en la casa de Zambrana. Sus tareas son las de la limpieza, ayuda de la cocinera y servir las comidas a los señores.

Pilar criada. Mujer de un pueblo cercano a Salinas de Añana que entró con 25 años a servir en la casa de Zambrana. Sus tareas son las de la limpieza, ayuda de la cocinera y servir las comidas a los señores.

Fermina, criada. Joven de Orduña que servía allí a la familia y venía con los señores si la necesitaban.

Domingo, panadero.

Para gustos, colores

1900. La ruina

Personajes históricos

Joaquín de Herrán y Ureta (1846-1915) – Hijo de Sebastián de Herrán y Ureta (1821-1878) y de Mª Cruz Ureta y Ureta (1818-1863). Cuando tenía 4 años, su padre tuvo que ser internado tras un episodio de locura. Estudió derecho. Hacia 1871 se estableció en Vitoria. Allí se centró en participar en la vida cultural y política de la época, viviendo de las rentas de sus propiedades. Participó en varias de las iniciativas de su tío Fermín Herrán y Tejada (que era seis años más joven que él) cuya poderosa personalidad le llevó a convertirse en una de las grandes figuras de la Vitoria de la época, que se llegó a llamar “La Atenas del norte”. Fue académico de número en la “Academia Alavesa de Ciencias de la Observación”. Perteneció a la sociedad geográfica gasteiztarra llamada “La Exploradora”, ingresó en una logia masónica, formó parte del Orfeón alavés y publicó algunos ensayos sobre temas de historia. En 1874 fue concejal de Vitoria, llegando hasta el puesto de alcalde.

Hacia 1884, se casó con Felicia Ochoa de Echagüen y Fernández de Onraita, perteneciente a una familia hidalga del campo Alavés. Fue en esta época cuando arrancó el proyecto del FFCC Anglo-Vasco Navarro, del que Joaquín fue el principal promotor, junto con su tío, Juan José de Herrán y Ureta. Si bien tuvo inicialmente una acogida espectacular entre la alta sociedad y las autoridades gasteiztarras, llegando a conseguir inversores ingleses para la realización de la empresa, no resultó rentable. Aunque la línea entre Vitoria y Salinas de Léniz se inauguró en 1889, la empresa se arruinó y el Estado se acabó quedando con el FFCC. Joaquín se retiró de la vida activa y finalmente fue a vivir a su casa de Berceo.

D. Juan José Herrán Ureta (1831) – Hijo de Gabriel de Herrán y Zambrana (1794-1879) y Cristina Ureta y Cañas (1794-1832). Nacido en Salinas de Añana, se quedó huérfano de madre siendo muy pequeño. Consiguió el título de Ingeniero de Montes y se trasladó a Vitoria. Fue destinado al distrito forestal de Teruel y en 1860 se casó con su prima Juana dolores Herrán y Tejada. Su siguiente destino fue el distrito forestal de Navarra.

Pasó la última guerra carlista en Vitoria, contribuyendo a su defensa como integrante de la milicia liberal, donde fue condecorado. Vivió intensamente las empresas culturales y recreativas de su primo Fermín, participando en ellas.

En 1878, después de un destino transitorio en Santander, consiguió la plaza en el distrito forestal de las Vascongadas y Navarra, fijando su vivienda en Vitoria, donde ya residía su esposa. En 1882, fue ascendido a Ingeniero jefe.

A partir de 1879 se involucró a fondo en la idea del Ferrocarril de Bilbao a Durango y Vitoria, que luego sería el Anglo-Vasco-Navarro que reuniría a toda la familia Herrán. Estudió su trazado y a partir de su trabajo, su sobrino Joaquín Herrán iniciaría las gestiones para la consecución de la línea.

Su último cargo fue el de Inspector general de Montes, para el que tuvo que irse a vivir a Madrid. Viudo, con su hacienda hipotecada y fallecidos muchos parientes y amigos, se quedó en Madrid tras jubilarse. Al cabo de pocos años murió.

Fermín Herrán y Tejada (1852-1908) – Fue el personaje más célebre de la familia. Destacó por sus escritos y su labor cultural en la Vitoria de su tiempo. En aquella “Atenas del Norte” fue literato, publicista, editor, masón, abogado e impulsor de iniciativas de todo tipo. Aunque estudió derecho y alcanzó el grado de doctor en 1873, no ejerció y se dedicó desde muy joven a la creación de revistas y periódicos.

En 1871 fundó “El Porvenir Alavés” y en 1873 “El Cantón Vasco, diario republicano, democrático, federal”. También como escritor consiguió un cierto relieve, sobre todo con sus ensayos históricos, críticas literarias y artículos de prensa. Participó activamente en la masonería de su época, llegando a fundar una logia en Vitoria. Fue liberal en la segunda guerra carlista y participó en la milicia desde 1874.

Viajaba con frecuencia a Madrid, donde la vida cultural y la política le atraían en igual medida. Fue muy amigo de Emilio Castelar y de Benito Pérez Galdós. Trató con personajes muy importantes de la política y la cultura de su tiempo, como Antonio Cánovas del Castillo, Joaquín Costa, José de Echegaray, Sagasta o el literato Juan Valera. En 1877 fundó en Madrid la “Revista de las Provincias, periódico quincenal de ciencias, literatura y arte”. Aunque sólo duró diez meses, publicó artículos de historia, política, geografía, enología y otras muchas materias relativas a la realidad del País Vasco y del resto de las provincias de España. Al año siguiente, dio un giro a su trayectoria y creó otra revista, llamada: “Revista de las Provincias Euskaras”, en la que se centró sólo en lo tocante al País Vasco. En 1882, con su residencia establecida por temporadas en Madrid, aparece como académico de la Real Academia de la Historia.

Durante los años siguientes, participó en política, fundó la revista “La Ilustración de Álava” y entró en la empresa del FFCC Vasco-Navarro con sus parientes Joaquín Herrán y Juan José Herrán. En 1891 se instaló en Bilbao donde emprendió su obra más importante: “La Biblioteca Bascongada de Fermín Herrán”, en la que se publicaron 62 volúmenes de autores clásicos y modernos del ámbito cultural vasco-navarro. Sus últimos años de vida unieron el fracaso del ferrocarril y la ruina económica con la enfermedad. Pero mantuvo su prestigio como escritor y editor hasta el último día.

Finales siglo XIX. Lo imposible

Personajes históricos

Joaquín de Herrán y Ureta (1846-1915) – Hijo de Sebastián de Herrán y Ureta (1821-1878) y de Mª Cruz Ureta y Ureta (1818-1863). Cuando tenía 4 años, su padre tuvo que ser internado tras un episodio de locura. Estudió derecho. Hacia 1871 se estableció en Vitoria. Allí se centró en participar en la vida cultural y política de la época, viviendo de las rentas de sus propiedades. Participó en varias de las iniciativas de su tío Fermín Herrán y Tejada (que era seis años más joven que él) cuya poderosa personalidad le llevó a convertirse en una de las grandes figuras de la Vitoria de la época, que se llegó a llamar “La Atenas del norte”. Fue académico de número en la “Academia Alavesa de Ciencias de la Observación”. Perteneció a la sociedad geográfica gasteiztarra llamada “La Exploradora”, ingresó en una logia masónica, formó parte del Orfeón alavés y publicó algunos ensayos sobre temas de historia. En 1874 fue concejal de Vitoria, llegando hasta el puesto de alcalde.

Hacia 1884, se casó con Felicia Ochoa de Echagüen y Fernández de Onraita, perteneciente a una familia hidalga del campo Alavés. Fue en esta época cuando arrancó el proyecto del FFCC Anglo-Vasco Navarro, del que Joaquín fue el principal promotor, junto con su tío, Juan José de Herrán y Ureta. Si bien tuvo inicialmente una acogida espectacular entre la alta sociedad y las autoridades gasteiztarras, llegando a conseguir inversores ingleses para la realización de la empresa, no resultó rentable. Aunque la línea entre Vitoria y Salinas de Léniz se inauguró en 1889, la empresa se arruinó y el Estado se acabó quedando con el FFCC. Joaquín se retiró de la vida activa y finalmente fue a vivir a su casa de Berceo.

Gregorio Andrés de Herrán y Ureta (1825-1892) – Hijo de Gabriel José de Herrán y Zambrana, nieto de María Matea de Zambrana y Morquecho. Nació en Berceo, La Rioja. Con 13 años ingresó como cadete en el Colegio General Militar de Madrid. A los dos años ingresó en la milicia provincial del ejército nacional. Pero pronto abandonó la carrera militar. Se casó en 1850 con Bernarda de Belandia y Ruiz de Arbulo, una rica heredera de Salinas de Añana, donde vivieron los años siguientes. Gregorio fue regidor síndico del ayuntamiento en 1854. Más tarde sería Apoderado de la junta de Herederos de las Salinas, junto a su padre, su tío y su suegro.

Hacia 1855 fue a vivir a Orduña y en 1869 a Vitoria. La guerra carlista le encontró allí en 1872 y formó parte de la milicia liberal. En 1874 fue regidor del Ayuntamiento, ocupando diversos cargos durante los tres años siguientes. En 1877 fue elegido diputado en la Corporación Provincial. Poco más tarde, se involucró en la empresa del ferrocarril, arruinándose como el resto de la familia. Gracias a su suegra y a su mujer pudo sanear su economía. Finalmente, en 1884 se instaló en Salinas de Añana y vivió allí hasta su muerte.

Adrián de Herrán y Zambrana (1805-1893) – Hijo de María Matea de Zambrana (+1847) y Gregorio Urbano Herrán (1767-1855). Estudio derecho en Valladolid y en 1822 formó parte de la Compañía Minerva. Tras ser perseguido durante la represión desatada tras la restauración de Fernando VII, consiguió su título de abogado en 1830. Se instaló en Salinas de Añana y abrió un despacho para ejercer la abogacía. Se casó con Josefa de Loma y Osorio, prima segunda suya. En 1833, en la primera guerra carlista, tuvo que huir de Salinas, instalándose en Vitoria, reducto liberal donde tenía familia. En 1835 se trasladó a Santo Domingo de la Calzada, donde su despacho de abogado tenía más posibilidades que en Vitoria. A partir de ese momento intentó conseguir un puesto en la judicatura, con muy escasos resultados.

Pasados estos años de zozobra, volvió a Salinas de Añana, donde abrió de nuevo su despacho de abogado. Participó activamente en la vida política local y en 1843 fue elegido Diputado Provincial. Entre 1848 y 1851 fue votado varias veces por sus conciudadanos para ser alcalde o teniente de alcalde. Al mismo tiempo, sus relaciones como abogado se iban extendiendo, alcanzando su influencia hasta Vitoria. Fue representante de Salinas en las Juntas Generales como representante de la Hermandad de Añana. En 1858 fue nombrado consultor de la Provincia, lo que le llevó a trasladarse a Vitoria y a cerrar su despacho, ya que era incompatible con su nuevo cargo.

La culminación de su trayectoria personal y profesional fue la distinción de “Padre de la Provincia” que le fue concedida en 1872. Era un cargo vitalicio, otorgado a unos pocos prohombres alaveses que se habían distinguido en su servicio a lo público. Se sentaban junto al Diputado General en las Juntas de la Generales y eran consultores.

Al final de su vida, experimentó la amargura de haber enterrado a sus dos hijas y de padecer las consecuencias del fracaso del Ferrocarril que devoró su hacienda y la de su familia. Murió en 1893.

Juan José Herrán Ureta (1831-) – Hijo de Gabriel de Herrán y Zambrana (1794-1879) y Cristina Ureta y Cañas (1794-1832). Nacido en Salinas de Añana, se quedó huérfano de madre siendo muy pequeño. Consiguió el título de Ingeniero de Montes y se trasladó a Vitoria. Fue destinado al distrito forestal de Teruel y en 1860 se casó con su prima Juana dolores Herrán y Tejada. Su siguiente destino fue el distrito forestal de Navarra.

Pasó la última guerra carlista en Vitoria, contribuyendo a su defensa como integrante de la milicia liberal, donde fue condecorado. Vivió intensamente las empresas culturales y recreativas de su primo Fermín, participando en ellas.

En 1878, después de un destino transitorio en Santander, consiguió la plaza en el distrito forestal de las Vascongadas y Navarra, fijando su vivienda en Vitoria, donde ya residía su esposa. En 1882, fue ascendido a Ingeniero jefe.

A partir de 1879 se involucró a fondo en la idea del Ferrocarril de Bilbao a Durango y Vitoria, que luego sería el Anglo-Vasco-Navarro que reuniría a toda la familia Herrán. Estudió su trazado y a partir de su trabajo, su sobrino Joaquín Herrán iniciaría las gestiones para la consecución de la línea.

Su último cargo fue el de Inspector general de Montes, para el que tuvo que irse a vivir a Madrid. Viudo, con su hacienda hipotecada y fallecidos muchos parientes y amigos, se quedó en Madrid tras jubilarse. Al cabo de pocos años murió.

Personajes ficticios

José, hijo de Luisa y Benedicto, criado.